sábado, 20 de febrero de 2010

ESOTERISMO PROFUNDO DE LA PALABRA TARO por TANAERUM

ESOTERISMO PROFUNDO DE LA PALABRA TARO.

El TARO es el libro de los libros y el summum de la representación esotérica. El Taro, el cual se escribe a veces impropiamente Tarot, es la síntesis de la base original de todas las religiones. Estaba grabado sobre láminas de oro y contenía el alfabeto de los Magos (Maestros), los signos del zodíaco, los planetas, etc. Se encontraba conservado y guardado en el templo y sus claves adivinatorias no se revelaban más que a los que llegaban a los más altos grados del sacerdocio de Isis y bajo pena de muerte para los que revelaran los misteriosos arcanos…

Por ello es pintoresco lo de “echar las cartas”, sin el conocimiento y la realización suficiente al respecto. Papus señala que el Taro es el libro más antiguo del mundo, pero para el uso exclusivo de los Iniciados.

Según Charles Lancelin, las figuras del Taro se encuentran también en los Vedas, libros antiguos de la India, llevándonos hasta el ciclo de RAM o Rama, cuyos discípulos a través de los tiempos fueron Fo-Hi en la China, Jeshous Krishna en la India, Ormuz en Persia, Thot en Egipto, Orphaskad en Caldea y Enoch entre los hebreos. Estas láminas, citadas con el nombre de Tora en la Kabbalah judía, se encuentran en forma de síntesis en el Apocalipsis, el cual no es más que una derivación del Asclepios de Hermes; San Agustín las conocía y hace referencia a ellas en una carta dirigida a su madre; Gregorio VII las hizo traducir en las tablillas de Enoch; el conocimiento de ellas fue el crimen de los Templarios y, posteriormente, uno de ellos, Guillermo Postel, en el siglo XVI volvió a encontrar en Bizancio las claves herméticas, que un siglo después reconstruyeron dos de los más grandes sabios de la época: el jesuita Kircher y el astrólogo Ruggieri.

El Taro ha sido en todas las épocas uno de los vehículos principales de la Tradición Iniciática y su origen se pierde en la más remota antigüedad. Sus gráficas resumen todas las teorías, sus símbolos representan poderosas enseñanzas y su juego da el mecanismo de todas las combinaciones esotéricas. Veamos ahora el significado de cada letra por separado de la palabra TARO:

A: es el Alfa, el principio; representa el fuego, el agni de los hindúes, el fuego interno y está simbolizado por las Salamandras, entidades del mismo elemento.

R: es la vibración sonora más fuerte en el alfabeto. Representa el elemento aire, que sirve de medio y ayuda a la evolución. Sus entidades son las Sílfides.

O: es la Omega, el fin; representa el agua y son las Ondinas las que caracterizan a este elemento.

T: Es la Tau, el resultado, representado por el elemento sólido, la tierra cuyos espíritus protectores son los Gnomos. Cada una de las combinaciones de la palabra TARO, formando a su vez otras palabras, tiene su significado y enseñanza.

TORA: es la ley de evolución y una palabra hebrea.

ORAT: es el lenguaje, el Verbo, del latín oratio.

RATO: es la realización del latín ratus: el que realiza.

ATOR: es Athor o Athys, divinidad iniciática egipcia.

Así tenemos: EL VERBO SE REALIZA POR LA LEY DE ATHOR. El Verbo es aquel elemento del lenguaje que expresa acción y, al hablar del VERBO con mayúsculas, nos referimos a la voluntad divina o de las leyes superiores. Véase el comienzo del Evangelio según San Juan, el libro más esotérico de los cuatro por la relación entre Juan y Escorpión (el Aguila), el signo del misticismo profundo y las verdades ocultas:

“En el principio era el Verbo

y el Verbo estaba frente a Dios

y el Verbo era DIOS”

Es decir, la voluntad de las leyes a las que hemos llamado el Plan Cósmico, se manifiesta a través de la Ley de Athor, del Tao de los chinos, del Dharma de los budistas, de la Tora de los hebreos, del Sendero del Cristo, etc.

Pasemos a la siguiente interpretación:

ROTA: es la Rueda del Devenir.

OTAR: es escuchar, del griego otarion, orejita.

TARO: es el Destino y sus 22 Arcanos.

AROT: es trabajar (esfuerzo espiritual y de la conciencia), del griego arotos, labor.

Obtenemos pues esta vez: VIGILA ATENTAMENTE LA RUEDA DEL DESTINO Y TRABAJA…

Se trata de aprender a no volverse contra las leyes de la naturaleza, así como a trabajar en la Realización y la Transmutación ya que el que quiere, ¡puede!. Será necesario seguir las reglas del equilibrio, de la Tradición, perfeccionarse, instruirse, iniciarse… Es preciso saber el decurso de los acontecimientos marcados por los ritmos cósmicos (la Astrología), conocer las predisposiciones personales, las influencias planetarias, la Rueda de los destinos, y siempre trabajar firmemente…

Los libros pueden destruirse, pero las canciones y el folklore, los juegos de cartas, las leyendas, los cuentos infantiles, etc. siguen transmitiendo grandes verdades accesibles para el que conoce y ha realizado en cierta medida lo que marcan los símbolos.

El Taro no es únicamente un juego de cartas, sino que lejos de ser un sistema adivinatorio como muchos lo han convertido, es sobre todo en método arqueométrico (Arqueometría, arqueo-metría, medida antigua).

El Taro, empleado en Egipto como método de enseñanza gráfico, es un sistema perfecto de enseñanza sin palabras: bastaba al Maestro enseñar a su discípulo algunos Arcanos para que éste, al tanto de las correspondencias, comprendiera toda una filosofía y todo un lenguaje que su Maestro quería que poseyera. Una lámina es entonces como una clave y, el discípulo meditando en ella algún tiempo, encuentra una enseñanza vital y valiosísima para él.

1 comentario:

Agrícola dijo...

Sublime disertación Herman@. Gracias.

Agrícola